ENTREVISTA. Alfredo Corell, inmunólogo y divulgador científico: 'Hay que abordar el tema de las enfermedades infecciosas desde un punto de vista multidisciplinar y por supuesto incluye cuidar el planeta.'
Alfredo Corell es Catedrático de Inmunología en la Universidad de Sevilla y facultativo en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
PREGUNTA: En el año 2020, la ONU declaró que cada 27 de diciembre se celebrara el Día Internacional de la Preparación ante las Epidemias. Está claro que la pandemia por COVID está en el origen de esta efeméride. Pero el mundo a lo largo de la historia ha vivido otras pandemias. ¿cual ha sido la más destructora en la historia de la humanidad?
RESPUESTA: Hay muchas, quizás podríamos quedarnos con cuatro o cinco que son las más devastadoras en cuanto a mortalidad. La viruela probablemente es la que a lo largo de la historia ha causado más muertes. En el siglo XX en el mundo causó del orden de 300 millones de muertes. En Europa solamente a causó 60 millones de muertes en el siglo XVIII. Y en la colonización de América fue uno de los motivos de mayor mortalidad en Sudamérica. Los españoles llevaban un virus para los que la genética de los habitantes de América no estaban preparados.
Por otro lado tenemos la peste que tuvo varias etapas y quizá la más intensa es la que se conoce como la peste negra, que produjo entre cien y doscientos millones de muertos en África, Europa y Asia. Se dice que en Europa pudo acabar con más de la mitad de la población.
Luego tendríamos las gripes. Concretamente la mal llamada gripe española se calcula que acabó con la vida de entre 40 y 50 millones de personas en todo el mundo. A la gripe española se la llamó así porque en la Primera Guerra Mundial, como España estaba fuera del conflicto, era prácticamente el único país que notificaba datos de fallecidos.
Y destacar también el VIH que desde los años 80 hasta hoy se calcula que ha causado treinta y tantos millones de muertos en todo el mundo.
PREGUNTA: Al hilo de esto, ¿tenemos datos definitivos de mortandad del COVID-19?
RESPUESTA: Según la Universidad John Hopkins ha habido cerca de 7 millones de muertes aunque estos datos se han dejado de actualizar, y según otras fuentes, podrían duplicarse.
PREGUNTA: En la actualidad, a parte del covid, ¿hay otras pandemias de las que no se nos hable tanto? ¿y cual sería el motivo del silencio?
RESPUESTA: Lo primero que habría que aclarar es que cuando hablamos de enfermedades infecciosas hay tres conceptos distintos que es el de brote epidémico, el de epidemia y el de pandemia. El brote epidémico es cuando se produce un número mayor de lo esperado de una misma enfermedad infecciosa en un lugar y en un momento muy concreto. Una epidemia es cuando hay un exceso mantenido en el tiempo, como puede ser la gripe estacional que tenemos cada año. Y se habla de pandemia cuando la epidemia salta a al menos a dos o más continentes y produce la transmisión comunitaria.
PREGUNTA: ¿El virus del SIDA es una pandemia?
RESPUESTA: Sí, el virus del VIH es una pandemia de la que apenas se habla, y no se ha acabado con esta pandemia. Lo que ocurre es que ahora está más controlada. Al igual que en su momento se habló también de la viruela del mono, que pudo ser considerada pandemia porque hubo transmisión comunitaria y se dió en varios continentes. Tampoco se habla de ella porque está bastante controlada.
PREGUNTA: Después de todo lo que hemos vivido en la pandemia por COVID-19, ¿el mundo está más preparado para una epidemia que pudiera surgir? ¿hemos aprendido algo?
RESPUESTA: No sé si estamos preparados para eso, pero sí hemos aprendido cosas. Por ejemplo, la ciencia se ha comunicado en abierto a diferencia de lo que pasaba anteriormente. Antes a un congreso científico solo llevabas lo que estaba terminado. En este momento, hay una mayor colaboración internacional y de hecho esto ha sido lo que ha propiciado y ha permitido que se desarrollen vacunas.
También hemos aprendido el manejo de una situación a nivel ciudadano. Sabemos lo importantes que son las medidas como las distancias físicas o la interrupción de viajes o el reunirse demasiada gente en un mismo sitio cerrado, la ventilación de los espacios, la higiene de manos. Es chocante pero en España a mí me consta que al menos en el mundo masculino hay mucha gente va al baño y no se lava las manos después. La higiene de mascarillas, importantísima, que ha reducido los contagios y la transmisión de todo tipo de virus respiratorios.
PREGUNTA: ¿El aislamiento de las mascarillas no ha producido otros problemas después?
RESPUESTA: No, sobre eso, hay un falso bulo de que no se ha ejercitado el sistema inmunológico y eso ha provocado más problemas. No es así. Ha habido algún brote de virus más intenso que en ocasiones anteriores por ejemplo en el caso de las bronquiolitis, pero si tiramos de hemeroteca encontramos hospitales saturados por niños con la bronquiolitis no solo en el año 21 como consecuencia de quitarnos las mascarillas, sino cinco o seis años antes. Efectivamente al quitarlas se produce un repunte, pero también ocurre de manera cíclica cada cierto tiempo.
Lo que yo creo que no hemos aprendido bien son algunos comportamientos gubernamentales, por ejemplo en caso de España hemos perdido una ocasión maravillosa para hacer una una ley que regule ciertas situaciones de emergencia. Para evitar esas denuncias al Tribunal Constitucional por atentar contra derechos individuales. Porque lo cierto es que el confinamiento intenso que se vivió en marzo, abril y mayo de 2020 salvó muchas vidas. Es verdad que en otros países se afrontó de otra manera, pero se ha perdido la oportunidad de regular estas posibles situaciones de emergencia que se puedan dar en el futuro.
Y aquí hay mucho que reflexionar porque lo que no se hizo bien, no solo en España sino en todo el mundo, fueron los pasaportes de vacunación. Practicamente se obligó a la gente a vacunarse para poder viajar y eso no se puede hacer, no se puede obligar a nadie a vacunarse pero si se puede pedir un test reciente negativo para subirse a un avión.
También debería haberse establecido una regulación para la limpieza del aire en interiores o el control de aguas residuales.
En resumen, se han aprendido muchas cosas, pero no se han aprovechado para ponerlo a favor de la ciudadanía.
PREGUNTA: ¿Tiene conocimiento de la existencia de protocolos eficaces ante un posible brote epidemico?
RESPUESTA: Sé que hay protocolos a nivel local y a nivel incluso hospitalario, pero desconozco el dato a nivel internacional.
PREGUNTA: ¿La naturaleza se defiende ante una agresión, con enfermedades? ¿el cambio climático y los desequilibros ecológicos están en el origen de las epidemias?
RESPUESTA: El origen de las infecciones está en el reino animal. Es lo que llamamos zoonosis, que se produce cuando un virus, una bacteria da un salto de una especie a otra, de un animal a un humano. Por ejemplo el virus de la gripe aviar saltó de aves a mamíferos e incluso a humanos, se han dado casos de cuidadores infectados, pero no se reproduce de un humano a otro, no se transmite entre humanos. En el momento que se modifique para transmitirse entre personas tendremos ahí un nuevo problema.
Es verdad que recientemente estos saltos son cada vez más frecuentes y están propiciados por el cambio climático entre otras cosas. Por ejemplo, en España tenemos el mosquito tigre que se ha instalado debido a cambios en la climatología. Imagínate que tuviéramos en el futuro el mosquito que transmite la malaria. Pues debido al cambio climático esto podría ocurrir. Hay que abordar el tema de las enfermedades infecciosas desde un punto de vista multidisciplinar y por supuesto incluye cuidar el planeta y el medio ambiente.
PREGUNTA: ¿Podría compartir su perspectiva sobre cómo las vacunas han contribuido históricamente a la mejora de la salud pública?
RESPUESTA: Precisamente la enfermedad infecciosa más mortífera de la humanidad, la viruela ha sido completamente erradicada. Las vacunas efectivamente han sido fundamentales, pero hay otros factores a tener en cuenta en la lucha contra la enfermedades infecciosas. Por supuesto, las medidas de higiene que aparecen después de la Edad Media fueron determinantes, la desinfección de materiales tanto quirúrgicos como domésticos. Y otro elemento es la llegada de los antibióticos. En resumen, hay tres factores: medidas higiénicas, desarrollo de antibióticos y desarrollo de vacunas.
Las vacunas han terminado con la viruela, y estamos a punto de conseguirlo con otra enfermedad que, si bien no ha tenido una una gran tasa de letalidad, deja la gente muy tocada, con muchas secuelas, que es la poliomolitis. En España ya llevamos sin ver en un paciente con polio muchos años, pero sigue habiendo poliomelitis en otros lugares del mundo. Entonces, no se considera una enfermedad erradicada y es uno de los objetivos que está costando bastante porque se sigue dando en algunos países como Afganistán, donde hay situaciones de conflicto prolongado, no hay acceso de de profesionales sanitarios y no hay una buena tasa de inmunización para poder erradicarlas.
Y aquí incluímos el concepto de inmunidad de rebaño, que es el porcentaje mínimo de la población que tiene que estar inmunizada para poder controlar la enfermedad. Y esta inmunidad de rebaño depende mucho del tipo de agente infeccioso. Por ejemplo, en el sarampión, la inmunidad de rebaño es altísima porque el ensamble es muy infeccioso entonces necesitamos tener una población al menos a vacunada al 95%. Con las variantes iniciales del covid, se consideró la inmunidad de rebaño en un 70%. Con la variante Omicron, más infecciosa, es del 95%.
PREGUNTA: ¿Por que no hay una vacuna para virus como el SIDA?
RESPUESTA: Cada virus tiene una tasa de mutación concreta y afecta al cuerpo humano de una manera diferente. El virus del SIDA es muy cambiante, dentro de un mismo individuo puedes encontrarte varias variantes, muta y se replica muy rápidamente. Eso hace muy difícil una vacuna. Además el virus del VIH infecta a las células centrales del sistema inmunitario. Si tenemos que poner un símil, infecta al director de la orquesta. Ha habido vacunas que han estado en fase de ensayo clínico pero provocaban un aumento de las infecciones. Así que se tuvieron que abandonar. Otro motivo del fallo de las vacunas contra el virus del VIH es que al igual que el virus muta dentro de un mismo individuo, también mutan los anticuerpos, y en esas mutaciones pierden la capacidad de neutralizar al virus.
Hay esperanzas con las vacunas ARN mensajero y esperamos que en los próximos años haya buenas noticias para el VIH.