Calendario de Estrellas Fugaces de 2024

Es la primera lluvia de meteoros del año. Es visible desde el hemisferio norte debido a la posición que ocupa la constelación donde se centra su observación. Ocurre desde finales de diciembre hasta el día 12 de enero aproximadamente. Reciben el nombre de la desaparecida constelación de ‘Quadrans Muralis’.

Es una de las lluvias más activas, junto con las conocidas Perseidas de agosto y las Gemínidas de diciembre, superando los 120 meteoros a la hora, y una velocidad de 41 km/s, pero su actividad máxima se centra en una hora de duración aproximadamente, lo que las convierte en más difíciles de observar, además también por las condiciones atmosféricas del invierno.

Su origen sin estar completamente asegurado parece que se debe al asteroide 2003 EH1, y que en tiempos anteriores fue un cometa.

Esta lluvia de meteoros es visible desde el día 16 al 25 de abril aproximadamente, alcanzando el máximo alrededor del día 22.

Alcanza una actividad media de unos 20 meteoros a la hora. La rotación de los planetas puede causar el lanzamiento dirigido a la Tierra, aumentando mucho su actividad y luminosidad. Normalmente la luminosidad media se sitúa en torno a una magnitud de +2.

La radiante, o punto en el cielo de observación, se sitúa sobre el horizonte, cerca de la estrella Vega, de la constelación de la Lira. Es visible en ambos hemisferios, aunque en el sur con menor intensidad.

Es la lluvia de estrellas más importante originada por el paso de un cometa de largo periodo, en concreto el C/1861 G1 Thatcher.

Se debe a los restos del paso del cometa Halley, al igual que sucede con las Oriónidas en el mes de octubre. Su radiante se sitúa en la constelación de Acuario como nos indica su nombre.

Son visibles desde ambos hemisferios, con algo más de actividad visible en el sur. Como su radiante se sitúa cerca del ecuador los lugares situados en los trópicos disfrutarán de mejores condiciones de observación.

Tiene una tasa de actividad de entre 40 y 85 meteoros por hora. En los últimos años no es una lluvia muy espectacular debido a que la órbita del cometa Halley de sus últimos pasos no se situó tan cerca de la Tierra como en otras ocasiones.

Son meteoros de alta velocidad, alcanzando los 66km/s de media cuando entran e la atmósfera terrestre.

Su observación se centra en los días 30 y 31 de mayo. Y el punto al que dirigir la mirada en el cielo es la constelación de Hércules, por lo que es visible en casi todo el hemisferio norte y parte del hemisferio sur.

Tiene su origen en los restos de la fragmentación del cometa 73P/Schwassmann-Wachmann 3 que completa su órbita alrededor del sol cada 5,4 años. Requiere de diversos factores para que consiga verse una lluvia de meteoros de actividad notoria, y la principal, es la velocidad a la que se desprendieran las partes del cometa que originan la lluvia y su incidencia respecto de la Tierra.

Es de las más difíciles de predecir como resultarán, pero para el año 2022 había cierta confianza en que pudiera alcanzar hasta los 1000 meteoros a la hora, lo cual es una actividad muy significativa. En palabras de Bill Cooke encargado de la oficina ambiental de meteoros de la NASA: "Este va a ser un evento de todo o nada. Si los escombros de SW3 viajaban a más de 220 millas por hora cuando se separaron del cometa, podríamos ver una buena lluvia de meteoritos. Si los escombros tuvieran velocidades de eyección más lentas, entonces nada llegará a la Tierra y no habrá meteoritos de este cometa".

Visible en un amplio rango de días, entre el 15 de julio y el 10 de agosto. El máximo de actividad suele ocurrir entorno al 28 de julio. Su radiante se sitúa en la estrella más brillante del Pez Austral (o Pez del Sur), llamada de Fomalhaut. Una de constelaciones designadas por el astrónomo griego Ptolomeo en el siglo II, que simboliza al aguador o portador de la copa.

No es una lluvia muy activa, con una media de unos 5 meteoros a la hora. Su origen posiblemente se deba al cometa 96P Machholza (el mismo que origina las Delta Acuáridas), aunque hay fuentes que indican que su origen está en un cometa ya extinguido (que no ya expulsa material al aproximarse al Sol).

Las Delta Acuáridas tienen mejor observación en el hemisferio sur pero también son visibles en hemisferio norte (en las zonas más cercanas al ecuador).

Son visibles desde el 18 de julio y hasta el 21 de agosto. Comparten el radiante con las Eta Acuáridas, en la constelación de Acuario, aunque pueden aparecer desde cualquier parte del cielo. Inauguran las lluvias de meteoros de verano del hemisferio norte.

Su origen está en los restos del paso del cometa 96P Machholz, un cometa de periodo corto, que realiza su paso por el sol aproximadamente cada cinco años. Es una lluvia de estrellas visible desde ambos hemisferios, aunque algo mejor desde el hemisferio sur al situarse la radiante más alta respecto del horizonte.

Su origen está en los restos que deja el cometa 169P/Neat, el cual tiene un periodo de 4,22 años. Su radiante se sitúa en la estrella 'Alfa' (o más luminosa) de la constelación de Capricornio, que es desde el punto de donde parecen surgir.

Esta lluvia de estrellas es observable durante bastantes días, desde 3 de julio al 15 de agosto, aunque no es muy activa, con una tasa media de 3 meteoros hora.

En todo caso, recuerda, la última semana de julio ofrece varios puntos a dónde mirar en busca de estrellas fugaces: las Piscis Austrínidas y las Delta Acuáridas del Sur.

Las Perseidas, también conocidas como 'Lágrimas de San Lorenzo', es la lluvia de estrellas más importante en cuanto a actividad se refiere, la más popular y seguida en todo el mundo. Con una media de 100 estrellas fugaces a la hora.

Es posible observar sus meteoros o estrellas fugaces desde la mitad de julio hasta finales de agosto. Su máximo de actividad suele alcanzarse entre el 11 y 13 de agosto.

Para que sepas dónde mirar: su radiante se sitúa en la constelación de Perseo, cerca de la conocida Casiopea (reconocible esta última por su característica forma de letra 'W'). Son visibles desde ambos hemisferios, pero la calidez de las noches de verano del hemisferio norte hace que sean más seguidas en los países que gozan de esta posición.

Su origen está en el rastro de partículas que deja a su paso el cometa Swift-Tuttle, con un periodo orbital superior a 133 años. Descubierto en 1862, desde entonces sólo ha vuelto a realizar un paso, en 1992.

La mayoría de los meteoros son partículas de polvo que entran en la atmósfera a alta velocidad y se desintegran entrando en incandescencia, a unos 60 km/s de media (216.000km/h).

Se tienen datos de la observación de esta lluvia de estrellas desde el año 36 a.C. en escritos históricos chinos. Y en Europa, fue el astrónomo belga Adolphe Quetelet, en el año 1835 quien expone por primera vez que este fenómeno se produce cada año en agosto, y con un origen situado en la constelación de Perseo.

Las Dracónidas (también llamadas 'Giacobínidas' por el Cometa que las origina) son visibles en los primeros días de octubre, y su máximo sucede en torno al 8 de octubre.

El punto del que parecen surgir (radiante) se sitúa en la constelación de Draco (el Dragón). Se localiza entre la constelación de Hércules y la Osa Menor, por lo que sólo pueden observarse en el hemisferio norte.

Su actividad es relativamente baja, con máximos de unos 20 meteoros por hora. Y una velocidad media de entrada de 20 kilómetros por segundo.

Su origen está en el cometa 21P/Giacobini-Zinner, que tiene un periodo orbital de 6 años y 3 meses.

Ha habido años de mucha actividad al realizar la Tierra su paso muy carca del punto en el que el cometa dejó su rastro de partículas. Como así ocurrió en el año 2011, produciéndose la lluvia de estrellas más intensa de los últimos 15 años.

El radiante de las Normínidas se encuentra en la constelación de Norma (también conocida como la Regla), que se encuentra en el hemisferio sur celeste.

Este fenómeno se produce cuando la Tierra cruza la órbita del cometa C/1917 F1 (Mellish), que es el cuerpo celeste responsable de esta lluvia de meteoros.

La tasa de meteoros de las Normínidas es bastante baja, con una tasa pico de alrededor de 2 a 5 meteoros por hora. Sin embargo, algunos años pueden experimentar un aumento en la actividad, con hasta 10 meteoros por hora.

Los meteoros de las Normínidas son conocidos por ser bastante lentos y brillantes, lo que los hace más fáciles de observar (y darle un toque de atractivo). También pueden ser de diferentes colores, desde blanco hasta amarillo y naranja.

Es una lluvia de estrellas de actividad moderada, con una tasa de actividad de entre 20 y 25 meteoros por hora, y de alta velocidad (hasta 300 km /s). Su máximo de actividad se sitúa alrededor del día 21 de octubre.

Son visibles desde comienzos de octubre hasta principios de noviembre. Su radiante, o lugar desde donde se les ve aparecer, se localiza en la constelación de Orión (El Cazador).

Puede disfrutarse desde ambos hemisferios, al estar su radiante no muy lejos del ecuador celeste por esas fechas. Aunque el hemisferio norte presenta mejores condiciones para avistar mayor número de meteoros.

El origen de esta lluvia de meteoros se debe al famoso cometa Halley, cuyo último paso lo realizó en 1986. De igual manera es el cuerpo progenitor de las Eta Acuáridas.

Como apunte curioso decir que el año 2006 fue un año de actividad inusual, al toparse La Tierra con nubes de partículas más densas de determinados pasos del Halley, en concreto de los años 1266 a.C., 1198 a.C. y 911 a.C.

Visibles cada año durante los días del 10 de septiembre al 20 de noviembre. Su radiante se localiza en la constelacion de Tauro, por eso toman el nombre de Taúridas. y son visibles en casi todo el mundo. Por sus fechas en algunos sitios les llaman 'bolas de fuego de Halloween'.

Es una lluvia de estrellas fugaces de baja intensidad, pues es difícil que superen los cinco meteoros a la hora. Por contra, los avistamientos suelen se espectaculares al ser fragmentos de mayor tamaño que en otras lluvias. Y de alta velocidad, superando los 100.000 kilómetros / hora en el momento de su llegada a la atmósfera.

Su origen está en los restos de polvo y fragmentos dejados por el paso del cometa 2P / Encke, el cual orbita alrededor del Sol cada 3,3 años. Es el cometa más brillante de los de corto periodo. Las nubes dejadas son bastantes dispersas, por causa de la acción gravitatoria de planetas como Júpiter, de ahí que tengan periodos de observación tan amplios.

Lluvia de estrellas visible cada año durante los días del 20 de octubre al 10 de diciembre.

Al igual que en las Taúridas del Sur, su radiante se localiza en la constelación de Tauro, y es una lluvia de baja intensidad.

En este caso el cuerpo que las ha originado es el asteroide 2004 TG 10. También son fragmentos de alta velocidad que superan los 100.000 kilómetros / hora.

Esta lluvia de estrellas es visible desde el 6 al 30 de noviembre aproximadamente. Alcanzando su máximo entre los días 16 y 19 de noviembre. Tiene una actividad media de de 10 a 15 meteoros hora, pero en los años que pasa previamente el cometa progenitor de esta lluvia, se pueden superar los 1000 meteoros hora.

Su radiante, o punto del que parecen surgir los meteoros, se sitúa en la constelación de Leo, que se presenta en el cielo con su forma característica de signo de interrogación.

Su origen está en elcometa 55P / Tempel-Tuttle, el cual tiene un periodo orbital de 33,22 años. Esta es la frecuencia que marcará las lluvias más espectaculares. Como en algunos años del pasado (como son 1833, 1866, 1966, 1999 y 2001) que ha gozado de gran esplendor. Son las ocasiones en las que el paso del cometa ha coincidido con su perihelio (el punto de su orbita más cercano al sol) y la Tierra ha cruzado por la nube de escombros que ha liberado. El próximo máximo será en 2031.

Como la concentración de restos que deja el cometa a su paso es muy densa, en algunas ocasiones puede producirse una lluvia mucha intensidad. Estas estrellas fugaces al entrar en la atmósfera presentan un color rojo característico, y en ocasiones, dejan una estela verdosa.

Una de las lluvias de meteoros más intensas del año, con una tasa media de 120 meteoros a la hora, es una de las más esperadas.

Son visibles desde el día 7 al 17 de diciembre. Su máximo normalmente ocurre el 14 de diciembre. Y la radiante, o lugar del que parecen surgir, se sitúa en la constelación de Géminis.

Por lo que puede presenciarse desde ambos hemisferios, en zonas no distantes de los polos, al ser una constelación cercana al ecuador.

En este caso y a diferencia de la mayoría de lluvia de estrellas, su origen está en el rastro que deja un asteroide, de nombre 3200 Phaethon. Descubierto hace relativamente poco tiempo, en 1983.

Son meteoros cuya velocidad de entrada es relativamente baja (35 km/s de media), causando que su estela sea más corta y menos intensa que en otras lluvias, pero normalmente podremos ver un mayor número que en la mayoría de las otras citas del calendario.

La última lluvia del año es poca intensidad. Es difícil que supere los 10 meteoros a la hora.

Los días en los que puede observarse esta lluvia de estrellas son desde el 17 al 26 de diciembre. El día de mayor actividad suele situarse en el 22 de diciembre.

Es visible sólo desde el hemisferio norte pues su radiante se localiza en la constelación de la Osa Menor, la cual se sitúa encima del polo norte celeste.

Su cuerpo progenitor es el cometa 8P / Tuttle, descubierto el 9 de enero de 1790 por el astrónomo francés Pierre Méchain. Tiene un periodo de 13,6 años.