Cerrando la brecha del orgasmo entre hombres y mujeres

8 de agosto de 2024.

Tiempo de lectura: 2 minutos

Patricia López. Periodista.plcasalenguapatrilopca

Una relación sexual entre un hombre y una mujer suele representarse de manera que ambos llegan al clímax de manera simultánea. Aunque esta es una imagen común en escenas de películas o series, no suele reflejar la realidad en la mayoría de las experiencias sexuales.

Hoy 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Orgasmo Femenino, una celebración que comenzó en Brasil y que ahora se celebra en todo el mundo.

Y toca reflexionar porque, durante las relaciones sexuales heterosexuales, las mujeres experimentan significativamente menos orgasmos que los hombres.

Esta disparidad se conoce como la "brecha del orgasmo" y ha sido ampliamente documentada en la literatura científica.

Por ejemplo, un estudio con más de 50.000 participantes concluyó que el 95% de los hombres heterosexuales dicen alcanzar el orgasmo habitualmente, en contraste con solo el 65% de las mujeres heterosexuales.

¿Por que ocurre esta brecha del orgasmo entre hombres y mujeres?

La investigación sugiere que la principal razón de la brecha del orgasmo es la falta de estimulación del clítoris. La mayoría de las mujeres necesitan estimulación clitoriana para alcanzar el orgasmo, una necesidad que a menudo se ignora en el contexto del coito.

Además, los mensajes culturales y mediáticos sobre la supremacía del coito perpetúan la idea de que la penetración es el acto sexual central, relegando la estimulación del clítoris a un papel secundario.

Cerrando la brecha, ¿qué hay que cambiar en la sexualidad?

Para cerrar esta brecha, es crucial educar tanto a hombres como a mujeres sobre la importancia de la estimulación clitoriana y redefinir los guiones sexuales tradicionales.

Las mujeres deben sentirse empoderadas para comunicar sus necesidades sexuales y explorar su propio cuerpo a través de la masturbación. Las parejas pueden alternar métodos de estimulación para asegurarse de que ambas partes alcancen el orgasmo, utilizando técnicas como el sexo oral, la estimulación manual y el uso de vibradores y de lubricantes.

Además, es importante fomentar una cultura que valore el placer sexual de las mujeres, no solo como un medio para aumentar las tasas de orgasmo, sino también para empoderarlas en otros aspectos de su vida.

Sentirse con derecho al placer sexual puede aumentar la confianza de las mujeres para negociar prácticas sexuales seguras y rechazar actos no deseados.

La brecha del orgasmo no es solo una cuestión de biología, sino de educación y cultura. Al abordar estos aspectos, podemos avanzar hacia una experiencia sexual más equitativa y satisfactoria para todas las personas.