ENTREVISTA. Bárbara De Aymerich, divulgadora científica y directora de Espiciencia: 'El Blue Monday puede ser al final una especie de profecía autocumplida. Si nosotros queremos ponernos tristes pues pensamos en cosas que nos ponen tristes. Hay que intentar revertir este proceso.'
Bárbara De Aymerich es divulgadora científica y directora de Espiciencia. Doctora en Ciencias. Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y en Ciencias Químicas. Experta Universitaria en Educación STEAM.
PREGUNTA: Bárbara, sabemos que fue el psicólogo estadounidense Cliff Arnall quien designó el primer lunes de enero como el Blue Monday, o día más triste, pero ¿tiene alguna base científica o al menos sociológica?
RESPUESTA: Como bien dices, su origen es de a partir de una propuesta del doctor Cliff Arnald de la Universidad de Cardiff que propuso una ecuación matemática para definir cuál era el día más triste del año para un grupo de personas.
Esta ecuación tenía unos factores que aumentaban la posibilidad de que fuera un día triste, y otros factores que reducían esta posibilidad. En el lado de los factores que aumentaban la tristeza, estaba el factor climático, y el tiempo que había transcurrido desde el fin de las vacaciones, cuánto tiempo llevábamos ya trabajando, alejados ya de los días de ocio, júbilo y dicha de las vacaciones de Navidad. Por el contrario, aquellos factores que influían en reducir la tristeza teníamos el nivel de motivación y la necesidad para hacer algo. Este cociente, después de meter un montón de opiniones, le dio como resultado que el día más triste del año era el tercer lunes de enero.
Evidentemente esto y tal y como se vio a posteriori, no era más que una estrategia comercial. Arnall estaba muy unido a una empresa de viajes que lo que intentaba era ver cómo el hecho de motivar a la gente para que viajara y para que hiciera otras actividades, potenciaba dejar de estar triste.
El Blue Monday tiene una base, porque es cierto que la climatología en nuestras latitudes, tiene mucho que ver con nuestro estado de ánimo. Días fríos, días grises con niebla interfieren en nuestra forma de sentir y nos hacen estar con un ánimo más decaído. También, estar separados de las personas que queremos con las cuales hemos estado juntos durante las fiestas navideñas, influye en nuestra tristeza. Retornar a una actividad como los estudios, el trabajo que para muchas personas es menos atractivo que los momentos ociosos, también hace a muchos caer en la melancolía.
Aunque también hay que hacer una reflexión y es que hay personas que al contrario, la época navideña les trae desasosiego, no les atraen los compromisos navideños, que en muchos casos vienen con disputas familiares.
También está muy relacionada esta tristeza del Blue Monday con los gastos que se pueden ocasionar en estas fiestas navideñas, las deudas a las cuales nos enfrentamos y y que intervienen es que pues esta época no sea de las más felices del año. Hay ciertos factores sociológicos que pueden hacer que está esta época del año a la que nosotros llamamos cuesta de enero, sea de las épocas que menos apetecen.
PREGUNTA: Sabemos que existe el Yellow Day como el Día Más Feliz (20 de junio), ¿por qué la tristeza es azul?
RESPUESTA: Es una buena pregunta. Blue en inglés significa precisamente estar apagado, estar triste. El origen debe de provenir de la teoría psicológica del color de Goethe, que a parte de escritor y pintor fue un maravilloso científico. Su teoría del color la formuló en su juventud y no tiene que ver con la teoría del color de Newton, que es física, la separación de los colores al atravesar un prisma, sino que tiene que ver más con qué sensaciones nos transmiten los colores. Y para Goethe, el color azul proporcionaba serenidad, apatía, pudiendo derivar en pasividad y tristeza.
El color azul transmite frío, pero también es verdad que en nuestras latitudes más mediterráneas, para nosotros el azul está más vinculado al color del cielo, del mar, a momentos hermosos, de júbilo. Rubén Darío escribió una obra solo dedicada a hablar de las maravillas del color azul y de las emociones positivas que subyacen al ver el color azul.
PREGUNTA: ¿Crees que en España y países latinoamericanos ha calado esta idea del Blue Monday?
RESPUESTA: Creo que tanto España como los países latinoamericanos, esta idea de Blue Monday se asocia más a características más comerciales y más de redes sociales. El comentar los estados de ánimo de cada al enfrentarse de nuevo a la rutina de trabajo, del estudio, pero no como realmente el día más triste del año. Hay momentos en los que cada uno tiene su tristeza bien mascada y bien amasada y no necesariamente tiene por qué ser el tercer lunes de enero.
Y en nuestra cultura, como te decía antes, el azul no está vinculado con la tristeza. Si que es verdad que los lunes tanto en nuestra cultura como la anglosajona es el momento del comienzo de las responsabilidades, pero para muchas personas es al revés, un nuevo reto para comenzar y no creo que haya calado tanto como en la cultura anglosajona.
Nos unimos a este Blue Monday igual que nos hemos unido al Black Friday, o al Yellow Day. Son tendencias en redes sociales.
PREGUNTA: Si hubiera algo de verdad en el Blue Monday, ¿nos da un consejo para superarlo?
RESPUESTA: El Blue Monday puede ser al final una especie de profecía autocumplida. Si nosotros queremos ponernos tristes pues pensamos en cosas que nos ponen tristes. Entonces hay que intentar revertir este proceso. Estar triste es absolutamente normal, necesario y sano. Si no queremos estarlo, lo que tenemos que hacer es pensar en cosas alegres, cosas que nos ponen muy contentos para volver a estar activos y que la tristeza no guíe nuestras vidas y que sea al revés, la alegría la que guíe nuestras vidas.